El dueño de una carnicería, comentó que los comercios de barrio “no pueden bajar” los precios de la carne, a pesar de que su valor se mantiene, debido al significativo aumento de costos.
Se señaló que, aunque la carne experimentó aumentos desde el inicio del año hasta marzo, desde entonces los precios se han mantenido “relativamente estables”, con algunas categorías incluso registrando descensos en las últimas dos semanas.
Sin embargo, a pesar de la inflación creciente en los últimos seis meses, los precios de la carne se han quedado estancados, lo que ha llevado a una disminución en el consumo.
Los carniceros enfrentan un aumento considerable en sus costos operativos, incluidos salarios, combustible, impuestos y servicios. Aunque la carne en el mercado haya bajado un poco, es complicado que esa reducción se refleje en la carnicería debido a los costos y la situación del mercado. La baja en las ventas dificulta el mantenimiento del negocio.
Aunque se pueda afirmar que el precio de la carne ha disminuido y se difunda en los medios, la realidad es que esos precios tienden a subir nuevamente en poco tiempo.
Lo más visto
